La adolescencia es una etapa de transición que conlleva cambios importantes en todos los aspectos de la vida. Para las personas adultas, puede ser un período desafiante, lleno de incertidumbres y dudas.
Por eso es esencial prepararse de antemano para comprender y acompañar esta fase de desarrollo, evitando así una sensación repentina de pérdida de control y desconexión. En este artículo, exploraremos la base de una buena relación, cómo podemos comunicarnos efectivamente con las personas adolescentes, brindarles respeto y empatía, y estar disponibles para acompañar su camino hacia la vida adulta.
La adolescencia implica cambios significativos en el cerebro y el cuerpo que no están bajo el control de las personas adolescentes. Es esencial comprender que están experimentando una fase de desarrollo compleja y que necesitan a personas adultas preparadas y comprensivas a su lado. Si conocemos los cambios característicos de la etapa, podremos responder con mayor eficiencia y eficacia a sus necesidades.
La comunicación es uno de los aspectos clave durante la adolescencia. Debemos esforzarnos por convertirnos en una fuente de información confiable y respetuosa. Escuchar con atención, validar sus emociones, preocupaciones y evitar juicios es esencial para construir una relación de confianza. Ser una persona con quien puedan sentirse respetadas, valoradas y amadas facilitará una comunicación fluida y honesta.
Aunque favorecer el desarrollo de su autonomía es importante, también es necesario establecer límites claros y saludables. Sin embargo, poner límites no significa faltar al respeto o controlar excesivamente su vida. Debemos aprender a poner límites con empatía y comprensión, brindando explicaciones razonables, dándoles protagonismo y permitiéndoles participar en la toma de decisiones cuando sea posible.
La adolescencia puede ser una montaña rusa de emociones, y las personas adolescentes necesitan un espacio seguro para expresar lo que sienten. Como adultas, debemos estar atentas para apoyarlas en sus desafíos emocionales, ayudarlas a identificar lo que les pasa y enseñarles estrategias para transitar por sus estados emocionales de manera saludable.
Acompañarlas en sus relaciones, experiencias y descubrimientos también es esencial para que se sientan respaldadas en su camino hacia la madurez.
En lugar de buscar la perfección en el acompañamiento, es fundamental reconocer nuestros errores, pedir perdón cuando sea necesario y aprender juntas a afrontar situaciones difíciles. Esto fortalecerá la relación y les enseñará el valor del respeto mutuo y la empatía.
La adolescencia es un momento de cambios y desafíos, tanto para las adolescentes como para las adultas que las rodeamos. Al apostar por un enfoque centrado en la comunicación, el respeto y el aprendizaje mutuo, podemos ayudar a las personas adolescentes a desarrollar recursos y habilidades para enfrentar las diversas situaciones que la vida les presentará. Recordemos que no buscamos la perfección, sino construir relaciones sólidas desde la vulnerabilidad y el respeto, proporcionando un espacio donde puedan explorar, crecer y encontrar significado a sus experiencias
Para ayudarte a trabajar todos estos conceptos, he preparado este recurso que estará disponible los meses de julio y agosto.
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Sara Desirée Ruiz
Educadora social especializada en adolescencia