La autoestima en la adolescencia

Disfrutar de una autoestima sana es muy importante para tener una vida adulta satisfactoria. Partiendo de esta realidad, todo lo demás es acompañar a las personas adolescentes para que puedan tener la mejor autoestima posible. 

Hasta aquí, seguro que estamos de acuerdo. Es algo que parece estar claro, algo que nos parece de cajón. Algo que a muchas de nosotras nos ha costado, incluso, sufrimiento descubrir y tiempo enmendar.

Aunque, a pesar de tener esta evidencia y la voluntad de poner de nuestra parte para contribuir a que su autoestima sea lo más sana posible, lo cierto es que muchas veces no sabemos exactamente qué debemos hacer o dónde debemos enfocar para ayudarlas con esta tarea tan importante. Muchas otras, hacemos cosas que creemos que ayudan y, sin embargo, no lo hacen.

Los cambios que se producen en el cuerpo y el cerebro durante la adolescencia suponen un gran reto para la autoestima. 

En este artículo, te hablo de lo que significa la autoestima en la adolescencia y de qué puedes hacer para reforzar la autoestima de las personas adolescentes de tu vida lo máximo posible. 

«Me conozco, me quiero, me valoro y por ello me cuido, me respeto e intento que las demás personas también lo hagan».

La autoestima es la forma en que nos sentimos a nosotras mismas. Tener una buena autoestima es ser capaz de estar en el mundo sintiendo que tienes un lugar en él. Tener una buena autoestima es imprescindible para tomar mejores decisiones y para disfrutar más de la vida.

La autoestima es el resultado de la mezcla entre el nivel de conocimiento que tenemos de nosotras mismas, la capacidad de valorar lo que somos y la capacidad de cuidarnos. Todas las habilidades necesarias para disponer de esas capacidades se desarrollan si encontramos el entorno necesario.

El entorno necesario es un espacio de confianza, sin juicios, en el que recibimos estímulos que provocan que avancemos, que aprendamos. Un espacio lleno de oportunidades que nos ayudan a mejorar. Un espacio en el que nos sentimos acompañadas y seguras. 

Por lo tanto,  para que ese espacio exista, tenemos que aceptar algo importante y sin lo cual no podremos acompañarlas: si queremos que las adolescentes de nuestra vida aprendan, debemos proporcionar un contexto de confianza sin juicios, críticas y exigencias. Juzgarlas, criticarlas y exigir más de lo que pueden dar las hace sentirse frustradas a menudo y muchas de ellas tiran la toalla incluso antes de empezar porque creen que no lo van a conseguir. 

Eso no quiere decir que no deban sentirse frustradas, cuidado. La frustración se producirá de igual forma en el camino de desarrollar las diferentes habilidades, y deberemos estar ahí también para observar su proceso mientras lidian con emociones desagradables, para ayudarlas a reconocerlas, comprenderlas y transformarlas en aprendizajes. 

A estas alturas, no se te escapa lo importante que es la autoestima y lo importante que es sentirse acompañada durante la adolescencia con esta tarea tan compleja. A continuación, ponemos un poco de orden para situarnos y saber qué podemos hacer para ayudarlas.

1ª CONSIDERACIÓN: SU AUTOESTIMA ES MUY VULNERABLE

En la adolescencia, la autoestima es tremendamente vulnerable. Como «no es personal, es cerebral», las personas adolescentes no tienen control sobre ella y pueden suceder dos cosas: que la autoestima esté desajustada por arriba o por abajo. 

En ambos casos es crucial vigilar con los comentarios que se hacen sobre su imagen, su forma de ser o sus preferencias, ya que podemos contribuir a ese desajuste. Pueden tenerse en una altísima consideración, o bien sentirse terriblemente agredidas y/o tristes, en gran medida y entre otras cosas, a causa de los mensajes que les damos.

Todo les impacta, así que hay que ser cautas con lo que decimos y abrir bien los ojos para observarlas y atender lo que necesitan. 

No se sienten así porque «sean» exageradas. Recuerda la cantidad de cosas que le están sucediendo y sobre las que no tienen ningún control. 

Si la adolescente en cuestión tiene la autoestima desajustada por arriba, cuidado con dar mensajes todo el tiempo del tipo «si es que eres la mejor», «si es que eres la más guapa y la más lista», «si es que lo haces todo bien», «si es que mira que eres buena en tal o en pascual», «si es que harás lo que te de la gana en la vida», «si es que lo conseguirás todo», porque si esos mensajes no van acompañados del consiguiente desarrollo de habilidades, pueden ser una trampa de frustración terrible. 

Vayamos con cuidado, no vayamos a lanzar al ruedo a las personas adolescentes de nuestra vida cual María Jiménez cantando la «Lista de la compra». 

Por otra parte, cuidado también con los mensajes que vamos dando. Sin ser apenas conscientes, muchas veces, hacemos comentarios sobre cómo les queda la ropa, cómo les queda el pelo, cómo tienen la piel, las orejas, la nariz, las rodillas, el culo, las manos, y un innumerable etc. Cualquier cosa que digas o se diga en el entorno, tiene potencial de impacto sobre su autoimagen.

2ª CONSIDERACIÓN: SU AUTOESTIMA NO ES LÓGICA

No porque tú seas capaz de ver todas las cosas maravillosas de las personas adolescentes de tu vida y se las repitas constantemente, ellas van a tener una buena autoestima. No porque sean estupendas y estén llenas de virtudes, van a creer que son así. Lamentablemente, la autoestima no es lógica (ni justa).

Muchas veces no podemos comprender, incluso habiendo pasado por lugares similares, que las personas adolescentes de nuestra vida no tengan una buena autoestima. 

Pensamos: «pero si es guapísima», «pero es súper simpática», «pero si es súper inteligente», «pero si es maravillosa». Y ahí nos tiramos de los pelos porque no sabemos por qué no se valoran, no se quieren, no se cuidan…

… y, a veces, la rabia que nos provocan nuestros propios pensamientos hace que las hagamos sentir peor. Sin querer, faltaría más, pero les decimos eso de «pero si eres súper guapa», «si eres súper lista», y pensamos que esa es la manera de ayudarlas, pero no. 

Esto también pasa en la otra dirección, la de la autoestima desajustada hacia arriba. No porque tú veas que las personas adolescentes de tu vida tienen la autoestima más allá del lugar en el que deberían, ellas van a entenderlo si se lo dices y van a creerlo si se lo repites mil veces. 

3ª CONSIDERACIÓN: SU AUTOESTIMA NO ES SOLO COSA TUYA

La autoestima depende de muchos factores, no solo de lo que tú haces o dices, faltaría más. Lo importante es que tengas claro que, independientemente de cómo se hayan conjugado las variables que intervienen, tú puedes acompañarlas para que la mejoren y minimizar el impacto de los comentarios de alto impacto. 

El entorno también contribuye a que la autoestima adolescente esté por las nubes o esté bajo tierra. Con la familia extensa, con abuelas, tías, primas, etc., tú puedes ayudarlas a ajustar los mensajes que reciben. 

Si en una comida familiar una tía le hace algún comentario que conlleva un riesgo de impacto sobre su autoestima, tú puedes contrarrestarlo en ese mismo momento. Si le hace un comentario sobre la ropa que lleva o el peinado o el tatuaje o lo que sea, ahí tienes una oportunidad para reforzar su autoestima. 

O lo atajas de raíz delante de la tía, que por supuesto no tenía mala intención, o lo hablas posteriormente con la adolescente. Que la adolescente no hable de algo que ha pasado no significa que lo haya olvidado. Cuidado con transmitir que si no se habla de algo ya está todo solucionado. 

Las redes sociales, los medios de comunicación, las vecinas, el entorno académico, las amistades…, en todos esos contextos las personas adolescentes se exponen a impactos que pueden afectar su autoestima. 

Ten siempre presente que la adolescencia es el momento de mayor autoconsciencia, que se está explorando la identidad y que las personas adolescentes están construyendo su mirada hacia ellas mismas.

COSAS QUE PUEDES HACER PARA AYUDARLAS A REFORZAR SU AUTOESTIMA

Para ayudarlas a tener y mantener una buena autoestima puedes:

  • Observarlas y analizar si su autoestima está desajustada por arriba o por abajo. 
  • Darles mensajes diariamente para ayudarlas a ajustar su autoestima, tanto si se trata de un caso como del otro. Siempre con amor.
  • Prestar atención a los mensajes que les das y evitar emitir juicios sobre su aspecto físico, su forma de ser o sus preferencias.
  • Prestar atención a los mensajes que reciben en tu presencia y acompañarlas para que los entiendan y no impacten de gravedad en su autoimagen.
  • Reforzar positivamente las cosas que van consiguiendo. Cada pequeño logro suma. 
  • Valorar positivamente su imagen y sus preferencias. 
  • Ponerla en contacto con contextos en los que se realicen actividades para las que tiene aptitudes y que le gusta hacer. 
  • Aprender lo necesario para no entrar en conflicto con las características de la etapa. Leer, mirar vídeos, formarte. 

Sí, todo esto es cansado, pero, por lo menos, duermes por las noches. Cuando eran bebés no dormías. Recuerda que todo lo que has hecho para acompañarlas hasta aquí ha sido maravilloso y te has esforzado mucho, no te rindas ahora. Aunque canse. Permítete tu momento «María Jiménez», pero no las abandones.

Puedes ver este directo que hice hace un tiempo sobre la autoestima en mis vídeos IGTV de Instagram. Haz clic encima de esta frase para verlo. 

Te explico todo lo que te será útil saber sobre la adolescencia para acompañarla como necesita, incluyendo pautas prácticas de uso diario en casa para reforzar su autoestima entre otras cosas, en mis conferencias

Recuerda que puedes seguirme en Instagram, donde estoy muy activa y propongo cositas para que sigas aprendiendo.

Déjame un comentario si te apetece, estaré encantada de leerte 😍. También puedes compartir el artículo para que la información llegue a más personas. 

Si te gusta mi trabajo en redes y quieres apoyarlo para ayudarme a hacerlo sostenible, puedes hacerlo de diferentes formas haciendo clic aquí

Si quieres recibir los artículos y otras novedades en tu correo, puedes suscribirte a mi newsletter 😊

Los comentarios están cerrados.

Esta web utiliza cookies de terceros para fines analíticos. Puedes aceptarlas, rechazarlas o consultar más información.    Ver política de cookies
Privacidad