La adolescencia es una etapa de transición llena de cambios y desafíos para las personas adolescentes. Durante este período, es esencial que como personas adultas, busquemos formas de apoyar y fortalecer la autoestima de nuestras adolescentes. A continuación, te propongo cinco pautas para hacer que tu persona adolescente se sienta bien consigo misma.
Permite que haga algo que normalmente le niegas:
A medida que las adolescentes buscan más independencia, es importante que tengan la oportunidad de explorar y tomar decisiones por sí mismas. Si hay algo que tu hija adolescente te ha pedido hacer y normalmente le niegas esa oportunidad, considera darle un voto de confianza y permitirle experimentar. Al brindarle esa libertad, estás fomentando su autonomía y demostrando que confías en su capacidad para tomar decisiones adecuadas.
Celebra y valora sus diferencias:
Cada adolescente es única y posee cualidades y habilidades propias. Habla de las cualidades que tú no tienes y que ella sí destacando lo positivo de que sea así. Por ejemplo: «Ana tiene una habilidad especial para hacernos reír. Yo sería incapaz de hacerlo, no es nada fácil. » Pon encima de la mesa que sus diferencias en relación a las características familiares son reconocidas y apreciadas. Al destacar sus fortalezas y resaltar las cualidades que la hacen diferente, le estás transmitiendo un mensaje de aceptación y valoración.
Evita hacer reproches durante un día completo:
En ocasiones, podemos sentir la tentación de señalar los errores de las personas adolescentes de nuestra vida. Sin embargo, prueba a contener esa necesidad de hacer reproches durante un día completo. En lugar de centrarte en lo negativo, enfócate en reconocer y elogiar sus esfuerzos y logros. Esto crea un ambiente agradable donde se sienten valoradas y reconocidas por sus acciones y no solo por sus errores.
No le exijas nada durante un día completo:
En la vida diaria, es común tener expectativas y hacerles demandas constantes. Sin embargo, es imprescindible evitar las exigencias continuas. Intenta no controlar cada aspecto de su vida ni organizar su día. Permíteles tomar decisiones y tener el espacio para desarrollar su autonomía. Esto les brinda una sensación de libertad y responsabilidad, lo cual es crucial para su crecimiento y desarrollo.
Pon su música durante el desayuno:
La música tiene un poderoso impacto en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional. Demuéstrale a las personas adolescentes de tu vida que respetas y valoras sus gustos y pon su música favorita durante el desayuno. Sin hacer comentarios al respecto, simplemente deja que la música suene mientras compartís el desayuno. Esto muestra tu interés por sus preferencias y crea un ambiente agradable y relajado para comenzar el día.
Hacer que se sientan bien consigo mismas es una tarea fundamental para su desarrollo emocional y para fortalecer la relación familiar. Al brindarles libertad, reconocimiento y aceptación, estás fomentando su autoestima y contribuyendo a un ambiente de confianza y apoyo. Recuerda que cada persona adolescente es única, y el apoyo que brindes puede marcar la diferencia en su bienestar y en las relaciones familiares.
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Sara Desirée Ruiz
Educadora social especializada en adolescencia